“Escribo porque aprendí a leer de niño y la lectura me produjo tanto placer, me hizo vivir experiencias tan ricas, transformó mi vida de una manera tan maravillosa que supongo que mi vocación literaria fue como una transpiración, un desprendimiento de esa enorme felicidad que me daba la lectura” Mario Vargas Llosa.
Autora: Elena Coello Febrero 2011
Hoy, el sector
editorial es la primera industria cultural en España y en Europa. A pesar de
esto, el sector del libro se encuentra en un momento de evolución constante e
incluso de “peligro” o “profundo cambio de paradigma”, como indican los autores
de la obra “El nuevo paradigma del sector
del libro” (1). Estos paradigmas están relacionados con la
evolución de las relaciones entre los actores principales en el sector: los
editores, los distribuidores y los libreros. Estas relaciones han ido cambiando
a lo largo del tiempo, Diderot en su
obra “Carta sobre el comercio del libro” (1763), describía las relaciones entre
el autor y editor como una relación personal, muy diferente a lo que ahora
podemos llegar a encontrar, como la presencia de la figura del agente literario
o la propia edición digital de la obra, hecha directamente por el autor. Este
último punto es tratado por los autores del libro (1), cómo editores
independientes, clave en la evolución del sector del libro. Pero son muchos más
los factores que influyen en la evolución de este sector, no solo los propios
del “mundo editorial”, sino que también influyen los cambios sociales, los
mercados cambiantes y sobre todo las nuevas tecnologías que son la base o el escenario
principal de todos estos cambios.
A rasgos generales, esta
sería la línea que sigue el sector, pero esta evolución se puede profundizar
mejor, analizando estos nuevos escenarios a los que se enfrenta la edición, la
distribución y la comercialización del libro.
::Tendencias generales::
Para este análisis, la
base de todas las tendencias serían las nuevas tecnologías. Alrededor de ellas
se pueden entender los distintos cambios sociales y de mercado que han ido
surgiendo a lo largo del tiempo.
Cambios
sociales…
Las nuevas tecnologías
han generado movimientos sociales muy importantes, la globalización (1) sería una consecuencia directa de esta
aplicación. La comunicación o expansión internacional gracias a internet ha
hecho que las culturas de todo el mundo se conozcan, se creen modas y circulen
por todo el mundo o incluso se creen nuevos hábitos de consumo. Todo esto, también
se refleja en el sector editorial, por ejemplo, el poder publicar un libro en
cualquier parte del mundo traducido en diferentes idiomas, o la creación de best-sellers también es una
tendencia global que crea modas y patrones homogéneos por todo el mundo. La
sociedad, se convierte en un consumidor global, consecuencia de todos los
cambios constantes que se dan y de la gran cantidad de posibilidades que se
muestran, en un corto plazo de tiempo. Estas primeras tendencias sociales,
pueden desencadenar efectos positivos en el mundo editorial, debido a la gran
cantidad de oportunidades que se dan a los autores y a los propios consumidores
de conocer culturas, costumbres o sociedades lejanas, impensable hace años a
través de los libros. Pero es verdad también, que como contrapunto, un mercado
tan cambiante y acelerado genera incertidumbres y a veces hábitos de consumo,
que inconscientemente se adquieren motivados por la publicidad o marketing de
la edición de best-sellers a nivel mundial. Esto puede llegar a esconder a
nuevos autores, aún desconocidos que quieren mostrar su creatividad pero tienen
que luchar contra la globalización y sociedad de consumo que los ocultan.
Nuevos
mercados…
Internet está claro que
ha revolucionado el mundo de las comunicaciones a nivel mundial, pero la propia
red ha evolucionado y ha llegado a convertirse en una red social con la
creación de las web 2.0 (1),
una forma diferente de navegar por internet, ahora la interacción enriquece
esta comunicación y transforma a la industria del libro. Un lector ahora puede
comunicarse con su autor preferido y conocer algo más que su obra. La
comercialización también evoluciona, los nuevos autores aún desconocidos,
pueden crear su red social para dar a conocer de forma sencilla sus creaciones,
usar este medio como un canal de acercamiento a los lectores y conseguir
penetrar en el mercado.
Pero las redes sociales
no solo son aprovechadas por los “editores independientes” sino que también las
editoriales se nutren de las ventajas que estas les ofrecen. La producción y la
comercialización es ahora más flexible, existe una gran deslocalización en el
mercado, pero sin perder la comunicación que hay inherente. Surgen nuevos
modelos de negocio que cambian el funcionamiento hasta ahora del mercado
editorial, se piensa cada vez más en los bajos costes, nuevos formatos (libros
electrónicos, libros de bolsillo…), innovadores formas de editar (wikis),
novedades continuas en el sector editorial (sociedad
del residuo), fragmentaciones o segmentaciones del mercado que provocan pequeñas
ventas pero de muchos campos (horizontalidad
de la demanda).
Está claro que la
industria editorial se ha adaptado siempre a los cambios tecnológicos, todo
empezó con la invención de la imprenta y ahora ya estamos hablando de audio
libros y ediciones electrónicas.
Otros
factores sociales…
Pero no todas las
tendencias sociales que provocan cambios en la edición hoy, surgen a partir de
estas nuevas tecnologías.
La crisis actual está
afectando al sector y hace plantear nuevas estrategias y tácticas que pongan
remedio a la situación. Según un artículo de El País (2009) (2), las
ventas de libros y la facturación, descendieron considerablemente debido a la
crisis, pero las estrategias relacionadas con los contenidos digitales o los
préstamos pueden hacer remontar al sector.
El envejecimiento de la
población también hace evolucionar al mundo de
la edición. No es lo mismo tener una población mayoritariamente joven,
laboralmente activa con rentas medianamente altas a una población mayor donde
la salud juega un papel importante y las posibilidades económicas son menores. Los
formatos editoriales también juegan un papel importante a la hora de ser
adaptados a las características de la población actual de ese momento.
::Tendencias propias del sector
editorial::
La situación actual de
evolución global y consumismo, ha llevado a que el libro se convierta en
general en un bien de consumo. El paso del tiempo ha ido, poco a poco comiendo
parte del carácter cultural inherente que tienen los libros. Antiguamente era
un bien solo accesible a una minoría culta, con el paso de los años y la
creación de la imprenta (1450) se consiguió plasmar todos los conocimientos
pasados, en libros y además permitir el acercamiento de la cultura a un círculo
más amplio de lectores.
En 1763, en la obra “Carta sobre el comercio del libro”
Diderot ya hablaba de la consideración del libro como una mercadería, pero con unas características singulares, como un
producto cultural que debería tratarse dentro del mercado de una forma
especial. Aquí todavía se veía al libro como un producto exclusivo y con claro
carácter cultural, el contacto del autor y el librero/editor era personal y la
perpetuidad de los derechos de autor cedidos marcaba unos privilegios sobre la
obra.
En cambio a día de hoy
las empresas editoriales no tienen ese contacto tan directo y personal con los
escritores o autores, la relación es mucho más comercial. Ya no es tanto
competir en calidad de la obra o creatividad de la misma, sino que parece que
el objetivo se desvía hacia el asegurar una cantidad de ejemplares vendidos,
prima el factor económico.
Tampoco se puede
generalizar que esta comercialización cubra totalmente el carácter cultural del
libro, porque hay autores que siguen destacando por la calidad de sus obras y no
miran tanto el dinero que les ofrecen por escribir. En la revista semanal del
país (Nº 1.788, Domingo, 2 de enero de 2011) plantean una pregunta a 50
escritores: “cuáles son las razones por las que ellos escriben”; y las
respuestas reflejan que todos ellos coinciden en razones nada relacionadas con
lo económico. Son escritores que venden, pero que les gusta escribir y lo hacen
por convicciones propias, por gusto o incluso por emular a sus escritores
favoritos… Solo que existan estas opiniones ya hace aflorar el carácter
cultural del libro, por lo que se debería mantener y no ocultar bajo la sombra
consumista de nuestros días.
Tendencia
a la concentración y la distribución…
La
concentración editorial es un aspecto importante que hace surgir el monopolio
en el sector del libro y por lo tanto el control de los libros está en las
manos de unos pocos. Pero no solo la concentración en unas pocas editoriales es
representativa en España, sino que también su distribución en la península. Tal
y como muestra el cuadro de provincias con más editoriales, destaca la gran
concentración que existe en las dos principales ciudades de España y la
diferencia que tienen con el resto.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)
Este paradigma afecta a
aquellos libreros que tienen una pequeña librería, muy alejada de lo que puede
ser una cadena de librerías actuales. Su continuidad peligra si no es capaz de
luchar contra este gran mercado, sus relaciones con los distribuidores y las
editoriales más grandes frenan su competitividad y tiene que enfrentarse ante
las grandes campañas publicitarias y de marketing que estas hacen, o competir
en precios con descuentos que no sería capaz de mantener…
Quizás por esta razón
en España no haya gran número de librerías. Según los autores de la obra “El nuevo paradigma del sector del libro”,
las librerías y el entorno que las rodea, no ha evolucionado lo suficiente para
poder mantenerse y destacar. Proponen la profesionalización de los libreros,
pero una formación que les permita construir una carrera profesional y se
integren a nivel global en cuanto a experiencias y vivencias. Esto podría
enriquecer a estos pequeños negocios y convertirlos en lo que deberían ser,
centros profesionales e intelectuales con prestigio. A partir de aquí la figura
de las librerías podrían evolucionar y conseguir el posicionamiento que
necesitan para impulsar sus productos, que son los libros.
::Conclusiones y soluciones mirando
al futuro::
Todas estas tendencias
y paradigmas a los que se enfrenta el sector del libro hacen reflexionar sobre
la necesidad de una profunda adaptación a los cambios, tal y como se ha hecho a
lo largo de la historia, lo que ahora nos enfrentamos además a una “crisis” del
sector que habría que solucionar.
Algunas propuestas
destacadas de los autores del libro se basan en el apoyo a las librerías
independientes implicando a todos los agentes del libro, el diseño de una única
plataforma de información del sector para simplificar sobre todo los procesos
de gestión e incluso la creación de una escuela-universidad del libro donde se
reglasen estudios en estos aspectos.
Además de estas
propuestas podría aprovecharse las redes sociales para fomentar la lectura de
prensa entre los jóvenes, a través de publicidad en los medios, que potenciase
su lectura esto siempre puede servir como una base a que los jóvenes con el
tiempo sigan potenciando. Y no solo para
fomentar la lectura sino que para promocionar los libros, si cada librería
tuviese un blog donde fuesen actualizando los nuevos títulos de forma
atractiva, se conocerían más y podrían generar más lectores.
Estas y muchas otras
más propuestas podrían hacer evolucionar al sector del libro, solo falta su
aplicación.
::bibliografía::
(1) Manuel Gil & Francisco Javier Jiménez “El nuevo paradigma del sector del libro”
(2) “La crisis golpea de lleno al sector editorial.”, El País, 03-VII-2009:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/crisis/golpea/lleno/sector/editorial/elpepucul/20090703elpepucul_5/Tes
(3) Jesús A.
Martínez Martín (ed.) Historia de la edición en España, 1836-1936 Madrid,
Marcial Pons, 2002.
(5)
Denis Diderot, Carta sobre el comercio de libros.
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